Solo soy una mujer que escribe. Una mujer que se deja llevar por las metáforas y utiliza los símbolos para descifrar su propia interpretación del mundo. Soy una mujer que deja que las palabras jueguen con ella, mientras escribe.

Desarrollando mi respuesta, os voy a contar quién soy.

Me llamo Rocío Gómez Soldevila y nací el 16 de abril de 1995 en Madrid, España.

Empezando por el principio y sin ánimo de convertirlo en una biografía aburrida…
Tuve una infancia bonita, rodeada de personas que lo siguen dando todo para que yo sea feliz y que han contribuido todos los días en mi crecimiento personal y, también, en mi desarrollo como escritora. Todos tenemos recuerdos muy concretos sobre la infancia que hemos vivido, y dentro de mi baúl de los recuerdos tengo a una persona preciosa que no puedo evitar mencionar: José Soldevila Gómez, mi abuelo materno. Si soy como soy, es porque él fue esa persona especial que entró en mi corazón para quedarse: falleció a mis cinco años, y su influencia sigue latente aún hoy. Recuerdo que una de las primeras cosas que escribí (fuera del ámbito escolar) se la dediqué a él, por lo que es justo que diga que mi aventura como escritora empezó con él.

Existe un aspecto muy importante en mi vida y que es la explicación a muchas incógnitas de mi personalidad: he practicado gimnasia rítmica durante dieciséis años (desde los 8 hasta los 24). Durante todos esos años, este deporte y las emociones que me ha generado, han sido el hilo conductor de mis pensamientos y también de muchos de mis cuadernos donde escribía a diario. Gracias a mis años como gimnasta, puedo decir que soy flexible y creativa, además de perseverante: cuando practicaba una dificultad o un ejercicio nuevo, no paraba de practicarlo hasta que finalmente me salía bien (aunque pasaran varias horas en el proceso). Esto es algo que he mantenido activo en mi día a día.

Cuando finalmente descubrí que quería ser filóloga, hice el Grado en Español: Lengua y literatura (2013-2017) y mientras trabajaba como entrenadora de gimnasia rítmica me planteé si quería ser también profesora de Lengua castellana y literatura. Me gustaba muchísimo dar clases particulares (llevaba dándolas desde el Bachillerato), así que hacer el Máster de formación de Profesorado en la especialidad de Lengua y literatura era el siguiente paso en mi apasionante currículum académico. También me formé como profesora de Español (ELE) y correctora profesional.

Entonces… ¿Quién soy? Soy una gimnasta (una vez lo has sido, lo eres siempre), filóloga, entrenadora, profesora, correctora… Soy una mujer que escribe influenciada por sus vivencias: soy escritora.

Mi amor por la escritura tuvo su origen con un trabajo de clase cuando estaba en Primaria… Esta anécdota me da un poco de vergüenza contarla, pero explica muchas cosas. Era un trabajo de escritura creativa. Mi profesora nos había explicado qué era la poesía y nos había pedido que, durante el fin de semana, escribiéramos un poema. Yo llegué a casa diciéndole a mi padre que tenía que escribir un poema, pero yo no le había dicho que tenía que escribirlo yo. Entonces, papá me sacó un libro de Antonio Machado y llevé a clase uno de sus poemas. Cuando la profesora me pidió que lo leyera en voz alta, me dijo que ese poema era de Machado y que quería saber cuál era el poema de Rocío. En ese momento supe que quería escribir poemas.

Quiero ser poeta.

Soy poeta.